martes, 29 de diciembre de 2015

Tanystropheus: ¿Un pescador de orilla o un ágil depredador acuático?.

Tanystropheus poseía un largo cuello, cómo lo utilizaba es causa de debate. Básicamente se plantean dos teorías: Una ve al Tanystropheus como un animal terrestre que desde la orilla  pescaba a sus presas. La otra propone que era un depredador acuático, poco ágil, pero que utilizando su cuello cazaba utilizando el factor sorpresa. 

Además para complicar más las cosas sus fósiles se encontraron en lo que antiguamente eran zonas de agua dulce, pero también en yacimientos que en el pasado fueron zonas marinas.
En algunos ejemplares se han conservado los restos de calamares en su estómago, prueba de la última comida ingerida por el animal.


Recapitulando. Tenemos a un reptil que vivió en ambientes marinos y de agua dulce, que consumía pescado, pero que además era capaz de pescar calamares. ¿Es posible pescar calamares sin ser un depredador acuático especializado?

¿Podemos obtener respuestas observando los fósiles?

Varios esqueletos de Tanystropheus.
No sólo hay que fijarse en los fósiles, muchas veces observando la naturaleza obtenemos pistas que resuelven enigmas que parecen complicados. Hay un tipo de garzas que sin ser animales especializados en el medio subacuático, son ingeniosas y expertas pescadoras de calamares. Muchas especies de cefalópodos suben a la superficie y se acercan incluso a las zonas costeras, estos son lugares idóneos para su captura.


¿Pero hay pruebas más convincentes que un último almuerzo conservado durante millones de años?

El Dinocephalosaurus (A), es otro reptil de cuello largo. En apariencia es similar a nuestro protagonista el Tanystropheus (B), pero en los detalles está la diferencia.

(A) Dinocephalosaurus. (B) Tanystropheus.

Si observamos la imagen se aprecia como el animal señalado con la letra (A) tiene más vértebras en el cuello. Tanystropheus sin embargo tiene menos y eso no favorece ni la agilidad y la ligereza en el cuello.

En principio que los huesos pesen más es positivo si se es un animal acuático. Una mayor masa ósea reduce la flotabilidad, ayuda por tanto a permanecer dentro del agua con menos esfuerzo. En esto tampoco encaja en el patrón. Sus huesos son más bien ligeros, y si apreciamos el esquema de las extremidades, vemos como Tanystropheus tiene tanto los brazos como las piernas más largas en proporción que Dinocephalosaurus. Y sus manos y pies no tienen una morfología "palmeada".

Imagen más probable del Tanystropheus.

Con todos estos datos parece justificado pensar que  tenía un cuello "caña" y que actuaba de una forma similar a las garzas, capturando sus presas mediante el sigilo y la sorpresa, pero desde la orilla. Tanystropheus, el pescador del triásico.


Autor: Germán Zanza López.
Imágens: Fabio Pastori, Markwitton-com.blogspot.com,  www.pterosaurheresies.wordpress.com.
Fuentes:
- Beja, P.R. (1991). Diet of otters (Lutra lutra) in closely associated freshwater, brackish and marine habitats in south-west Portugal. Journal of Zoology (London), 225: pp. 141-152.
- Li, C. (2007). A juvenile Tanystropheus sp.(Protorosauria, Tanystropheidae) from the Middle Triassic of Guizhou, China. Vertebrata PalAsiatica, 45(1), 41.
- Nosotti, S. (2007). Tanystropheus longobardicus (Reptilia, Protorosauria): Re-interpretations of the Anatomy Based on New Specimens from the Middle Triassic of Besano (Lombardy, Northern Italy). Società Italiana di Scienze Naturali e Museo Civico di Storia Naturale.


viernes, 25 de diciembre de 2015

Atopodentatus: La boca mas extraña.

Atopodentatus.
En 2014 el mundo de la paleontología enmudeció ante el Atopodentatus. Se trata de un reptil que pudo tener un modo de vida semiacuático. Medía 3 metros aproximadamente, el cuerpo es alargado, las patas robustas  y la forma de la cadera evidencian al menos que el agua era un medio en el que Atopodentatus se desenvolvía cómodamente.

Conocemos a esta especie por un único fósil descubierto en China, el ejemplar data del periodo Triásico, hace 242 millones de años.

Pero de no ser por la forma de su mandíbula y la posición de sus dientes, este animal pasaría casi inadvertido en el mundo de la paleontología. Es tan extravagante su boca que su nombre significa:  Dentado absurdo. 
Y es que la parte superior de la boca está abierta en forma de V y dispone de unos dientes muy finos. Se cree que pudo usarlos para filtar el alimento, aunque hay que destacar que los más de 200 dientes eran duros y estaban fijados a la mandíbula.

Para visualizar mejor el tipo de comportamiento que pudo tener, podríamos imaginar a una iguana marina con la cabeza de un flamenco, que usaría sus extrañas mandíbulas para filtrar el agua en busca de pequeños invertebrados.

Sin duda China es el país que ha revolucionado la paleontología en este siglo y los fósiles que allí se encuentran, tanto por su extraordinaria conservación como por la peculiaridad de algunos de sus ejemplares, merece que estemos muy atentos a los trabajos que allí se realizan. Esperaremos la próxima excentricidad del pasado prehistórico de China. 



Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.phenomena.nationalgeographic.com, www.devianart.com.
Fotografías: www.phenomena.nationalgeographic.com.
Fuentes: 
- Cheng, L., Chen, X., Shang, Q., Wu, X. 2014. A new marine reptile from the Triassic of China, with a higly specialized feeding adaption. Naturwissenschaften. doi: 10.1007/s00114-014-1148-4.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Roy Chapman Andrews: El Desierto de los Dinosaurios.

La forma en que se investiga y se ejerce la paleontología ha cambiado mucho desde sus orígenes. La tecnología y los conocimientos de los que disponemos hoy en día hacen que lleguemos a lugares recónditos y que analicemos los fósiles de una manera más sencilla. 

Algunos de los vehículos de la expedición de 1920.

No tuvieron esa suerte los aventureros que se adentraron en el desierto del Gobi en 1920. Roy Chapman Andrews, arqueólogo y naturalista del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, dirigió una de las expediciones más complejas de la historia realizadas en Asia. Su objetivo recoger información antropológica de los pueblos que visitara a su paso y encontrar fósiles de humanos primitivos que ayudaran a completar el puzzle de la evolución humana.
 
Roy Chapman Andrews.
Por aquel entonces se pensaba que quizás Asia podía aportar las pruebas que faltaban sobre el popular "eslabón perdido". Sin embargo su avance por el Desierto del Gobi le llevó mucho más atrás en el tiempo. No podía imaginar lo que aquel desierto tenía guardado en sus entrañas.

En 1920 se suponía que los dinosaurios se reproducían por huevos como los reptiles, pero no había ningún fósil que probara dicha suposición. Y eso mismo es lo que el Dr. Chapman Andrews y su equipo encontraron en las arenas del Gobi, varios nidos con sus correspondientes huevos fueron descubiertos y trasladados al Museo.

Dr. Chapman junto a un nido de dinosaurio.
Pero además cerca de esos nidos había huesos de dos tipos de dinosaurios. El Protoceratops (primera cara con cuernos), de la familia del Triceratops, era cuadrúpedo,  herbívoro y tenía un pico parecido a los loros. El otro dinosaurio era el Oviraptor (ladrón de huevos), era bípedo y al estar cerca de los nidos se pensó que se alimentaba de huevos y que había muerto al intentar robar huevos de un nido; de ahí su nombre. Aunque de la mala fama del Oviraptor hablaré en otro momento.
 
Dibujo de la época de Protoceratops atacando a Oviraptor.

Chapman y sus hombres descubrieron muchos otros fósiles, tanto de dinosaurios como de otras criaturas prehistóricas, pero lo más importante es que traspasaron las fronteras del descubrimiento. Hicieron lo que parecía imposible y pusieron en el mapa de la paleontología al Desierto del Gobi como uno de los lugares con los fósiles mejor preservados del Mundo.

El Gobi no ha dejado de sorprender con sus fósiles desde entonces. En este blog hemos dedicado más de un post a ese lugar y volveremos sin duda a contar historias del "Desierto de los Dinosaurios".

Para los más curiosos video realizado durante la expedición de Roy Chapman Andrews:




Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.art.com
Fotografías: Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
Fuentes: 
- Periodico ABC.
- Todo sobre los dinosaurios "Triceratops" autor William Lindsay.

martes, 1 de diciembre de 2015

Hallucigenia, la alucinación del Cámbrico.

Hallucigenia vivió hace 508 millones de años en el Cámbrico, un período geológico muy enigmático en el que tuvo lugar una explosión de vida con formas excéntricas que poblaron los mares. 
A Hallucigenia, podríamos definirlo como un gusano de entre 10 y 50 milímetros, pero que en sí mismo es un enigma.

Uno de los primeros fósiles de Hallucigenia.

Los primeros fósiles del Hallucigenia se descubrieron en 1970. El significado de su nombre lo dice todo: Alucinación. Y es que pese a estar muy bien preservado y guardar impresos muchos detalles, era un galimatias.

¿Qué extremo es la cabeza? ¿Cuáles son las extremidades para caminar?

Arriba, abajo, delante, atrás… todo era confuso en el fósil del Hallucigenia. Nuevos fósiles se han ido acumulando desde entonces, ahora el análisis de casi 100 fósiles ha permitido sacar conclusiones y corregir errores pasados.

Reconstrucción anticuada.
Martin R. Smith, paleontólogo de la Universidad de Cambridge, es quien ha liderado la investigación. Y sus conclusiones son interesantes. Para empezar lo que se intuía que era la cabeza, en realidad es el extremo opuesto. Además la forma redondeada no formaba siquiera parte del cuerpo y era el fruto del proceso de descomposición.

Los filamentos que se suponía que estaban en la espalda y que pudieron servir para que el gusano se alimentara, eran las patas del Hallucigenia. Además se ven pequeñas "uñas" en los extremos que le ayudaron a desplazarse. 

Reconstrucción actual.

El nivel de detalle de algunos fósiles sorprendió a los científicos que enmudecieron ante las imágenes obtenidas en el microscopio. No sólo confirmaron la presencia de ojos, sino que además se apreciaban con claridad una boca con una fina hilera de dientes. Se cree que dichos dientes actuaban de válvula, evitando que la comida se cayera mientras absorbía el alimento. En la imagen que se muestra abajo podemos ver el detalle de lo comentado anteriormente.


 

Era imprevisible encontrar una morfología tan compleja en una especie tan antigua, en la que cabía encontrar rasgos más primitivos. Hallucigenia sigue guardando enigmas pero parte del caos ha sido ordenado, y podemos ver una imagen renovada y más precisa de este "extraterrestre" Cámbrico.



Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: Kaek, www.strangescience.net
Fotografías: www.naukas.com, nature.
Fuentes: www.Lavanguardia.com, Revista Nature

martes, 24 de noviembre de 2015

Tyrannosaurus a juicio: ¿Depredador o carroñero?

A comienzos del siglo XXI, Jack Horner resucitó la idea de que el Tyrannosaurus rex era un carroñero. Sin embargo las pruebas parecen indicar todo lo contrario.

La polémica siempre ha estado presente. Cuando se descubrieron los primeros fósiles se mencionó que los dientes estaban poco desgastados, signo inequívoco de que era un carroñero. Ahora sabemos que los dientes de los dinosaurios carnívoros se reemplazan continuamente y que se trataba de un error de interpretación.

Jack Horner plantea sus dudas basándose en que los brazos son muy pequeños. Ciertamente lo son, pese al enorme tamaño de un Tyrannosaurus rex, los brazos son del tamaño similar al de un ser humano adulto, aunque más robustos y musculosos.
No deja de ser curioso que otros miembros de la familia de los Tyrannosauridos, como los Daspletosaurus o los Albertosaurus, también tienen los brazos proporcionalmente cortos y no se discute su acción depredadora. Abajo de izquierda a derecha: Tyrannosaurus, Daspletosaurus y Albertosaurus.
 
Ampliar para ver con detalle.
Otra de las bazas utilizadas por Horner es el agudizado sentido del olfato, similar al de los buitres actuales. Pero un extraordinario olfato puede utilizarse también para buscar presas vivas, o incluso para reconocer señales olorosas de otros grupos de tyrannosaurus o de las hembras de la especie.

Pero aparte de estas suposiciones, ¿El paleontólogo Jack Horner ofrece alguna prueba? Lamentablemente no.

T. rex, Edmontosaurus, Triceratops y Alamosaurus.
Especulan con que simplemente caminaba, pero estudios biométricos indican que el Tyrannosaurus rex podía correr a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora. Velocidad similar a las de sus presas habituales: Triceratops y Edmontosaurus, y superior a la de saurópodos como el Alamosaurus.

Los leones tienen una velocidad similar, y los dragones de komodo, no superan los 18 kilómetros por hora y sin embargo son hábiles cazadores.

¿Entonces hay pruebas que demuestren que el Tyrannosaurus rex era un depredador?

Cadera de Triceratops con marcas.
Se descubrió un esqueleto parcial de Triceratops con marcas de dientes grandes en algunos de sus huesos. Concretamente la cadera tenía un conjunto muy interesante de profundas muescas producidas por dientes de Tyrannosaurus. Por desgracia los fósiles no aportaban pruebas concluyentes, ya que aunque el Tyrannosaurus era el autor de los mordiscos, éstos pudieron realizarse con el Triceratops ya muerto.

Uno de los fósiles más interesantes es el de un Edmontosaurus casi completo, que presente una fractura en una de las vértebras de la cola. En esta ocasión la herida encaja también con los dientes de un Tyrannosaurus, y además la herida cicatrizó, lo que indica dos cosas: Que la herida se produjo durante un ataque, y que el Edmontosaurus sobrevivió.
 
Señalado con un círculo, fractura de una vértebra.

Para concluir y despejar cualquier duda, en 2013 se presentó un fósil que no dejaba lugar a dudas. Se trataba de dos vértebras fusionadas de Edmontosaurus. 

Los huesos habían sufrido una importante infección durante un ataque y las dos vértebras se habían fusionado al crecer el hueso y luchar contra la infección. Para no dejar dudas, incrustado en una de las vértebras continuaba encajada la punta de un diente de tyrannosaurus rex. Prueba indiscutible de que un Tyrannosaurus había atacado al dinosaurio herbívoro en vida. A la derecha fotografía del fósil, señalado con un lápiz trozo de diente incrustado en el hueso.


Parece demostrado que el Tyrannosaurus era un depredador, además hay quien apunta a que pudo ser un depredador social que atacaba en manada.

No es habitual encontrar esqueletos de dinosaurios carnívoros agrupados, y por lo general si se encuentran suelen aparecer junto a restos de otros animales en lo que pudieron ser trampas naturales.
En Canadá se descubrió algo insólito. En una capa de sedimento se descubrieron 10 individuos: 3 adultos, 1 adulto joven, 4 sub-adultos y 2 juveniles. No se encontraron restos de ninguna otra especie de dinosaurio, lo que sugiere que el grupo murió a la vez.

También se han encontrado pruebas de comportamiento gregario en el Daspletosaurus y junto a Sue, una hembra de Tyrannosaurus rex, se encontraron restos de un par de T. rex jóvenes.

No son pruebas concluyentes, pero sientan suficiente base para imaginar a un Tyrannosaurus que no sólo cazaba, sino que además lo hacía en grupos de hasta 10 individuos. Habría que imaginar a estos grandes dinosaurios acechando a sus presas con cautela buscando los animales débiles o enfermos. Acortar distancia con su presa era fundamental, corrían a velocidades similares y en largas distancias la manada de herbívoros tenía ventaja. Quizás un par de ejemplares de T. rex entraban en acción y asaltaban a los Edmontosaurus asustándolos y dirigiéndolos hacía el resto de tyrannosaurus que cortaban el paso a parte del grupo y separando al individuo más lento. Después los enormes dientes hacían el resto. 


Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.mundoteropodo.blogspot.com, www.amazon.es.
Fotografías: www.georgialifetraces.com, www.elvocerodigital.com, www.larazon.es.
Fuentes:  
- Noticias CNN.
- Serie documental Nova. Discovery channel.
- Currie, Philip J. (2003). "Cranial anatomy of tyrannosaurid dinosaur from the Late Cretaceous of Alberta, Canada".
- DePalma II, Robert A., Burnham, David A., Martin, Larry D.,Rotchild Bruce M., Larson, Peter L.(2013)Physical evidence of predatory behavior in Tyrannosaurus rex.PNAS 2013.


viernes, 20 de noviembre de 2015

¿El mayor de los raptores? Dakotaraptor.

Antes de la película Parque Jurásico pocos conocían al Velociraptor, pero para el film se aumentó el tamaño de esta especie, dándole un aspecto más semejante al de un deinonychus. Y es que los Velociraptores forman parte de una gran familia.
La característica general para pertenecer al club de los "raptores" es poseer una enorme garra en las patas traseras. Unos poderosos tendones hacían de esta uña un arma formidable y letal.

Dakotaraptor.
Ahora, en 2015, un nuevo miembro ha entrado en el club de los raptores. Y lo ha hecho por la puerta grande. Aunque los primeros fósiles fueron encontrados en 2005, hemos tenido que esperar 10 años para leer las conclusiones del estudio, y escuchar por primera vez el nombre de esta nueva bestia: Dakotaraptor.

Se trata como hemos dicho de un nuevo dinosaurio carnívoro, de la familia de los velociraptores. Aunque la forma de su cuerpo es similar a la de éstos, el Dakotaraptor es mucho más grande alcanzando los 5,5 metros de longitud.

Sin lugar a dudas se trata de un raptor enorme, pero… ¿Es el de mayor tamaño?
La respuesta es tajante: No. El Utahraptor se estima que podía llegar hasta los 7 metros de longitud. Además la morfología de su cuerpo es diferente a la del Dakotaraptor, Utahraptor es más voluminoso, de cuerpo más largo y proporciones mayores.

Sin embargo la garra retráctil de la nueva especie, Dakotaraptor, es ligeramente mayor, como podemos apreciar en la fotografía. Garra Utahraptor izq. garra Dakotaraptor dcha.

Hay dudas por parte de algunos paleontólogos, pero parece probable que la familia de los raptores era un tipo de dinosaurios gregario, que se movía en manadas y que cazaba también utilizando la forma del grupo. Por el tamaño del cráneo y de su cerebro, se supone que eran animales inteligentes capaces de realizar emboscadas y de comportamiento similar al de los lobos actuales.

Sus presas posiblemente eran los grandes herbívoros de finales del Cretácico, que se movían también en enormes grupos y cuya talla no era nada desdeñable.

Grupo de Utahraptor atacando a un Gastonia.
La suposición de que cazaban en grupo no carece de fundamento. Son varios los yacimientos en los que junto a restos de presas se han encontrado dientes de raptores en un alto número. El número es tan significativo que no pueden pertenecer a un único individuo.

Para tener una visión global de la "familia" de los "raptores" en la siguiente imagen mostramos a sus principales miembros.

Se recomienda ampliar para visionar mejor.


Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.darenhorley.artstation.com, www.raph04art.deviantart.com,
Fotografías: www.papaerblog.com
Fuentes:
- DePalma, R.A., 2010, Geology, taphonomy, and paleoecology of a unique Upper Cretaceous bonebed near the Cretaceous-Tertiary Boundary in South Dakota, Master of Science thesis, University of Kansas.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Titanes con plumas: el Moa y el Ave elefante.

Diversos grupos de aves quedaron aislados en Madagascar y Nueva Zelanda, se adaptaron a dicho entorno y aumentaron de tamaño hasta alcanzar tamaños inimaginables. Son las aves de mayor altura y peso, y sus huevos superan a los puestos por cualquier dinosaurio conocido. 

El Dinornis robustus, más conocido como Moa, vivió en Nueva Zelanda y las islas cercanas. Alcanzaba los 3 metros de altura y los 250 kg de peso, aunque hay más especies de moa de tamaños menores, consecuencia de la adaptación a distintos entornos e islas.

Tamaño comparado del Moa.
Durante años se pensó que había dos especies de moa gigantes: Dinornis robustus y Dinornis giganteus. Sin embargo análisis de ADN realizados recientemente, han demostrado que en realidad se trata de la misma especie, y que la diferencia significativa de tamaño es consecuencia del dimorfismo sexual dentro de la misma especie. Las hembras son mucho mayores que los maños, un fenómeno que se da en otras especies. 

A) hembra. B) macho. C) avestruz.
La clave del éxito isleño de las Moas radicaba en la ausencia de mamíferos en Nueva Zelanda, eso les permitía anidar en el suelo sin temor a los depredadores. En consecuencia perdieron la capacidad voladora y progresivamente redujeron el tamaño de sus alas hasta desaparecer por completo. 

Además para no superpoblar la isla, no alcanzaban la madurez sexual hasta los 10 años. Esta fue una de las causas de su extinción, ya que cuando la especie estuvo amenazada no tuvo capacidad de sobreponerse al diezmarse su población.

En el año 1.400 aproximadamente, las aves gigantes de Nueva Zelanda se extinguieron. Aunque hay quien apunta que pequeños grupos pudieron vivir hasta finales del siglo XVIII.

Tamaño comparado de Ave elefante.
Por su parte en Madagascar, otro grupo de aves también había quedado aislada. Rondaban también los 3 metros de altura, aunque su volumen las convierte en las aves más grandes y pesadas con casi 500 kg de peso. Su nombre científico es Aepyornis maximus, aunque es conocida como Ave elefante dadas sus dimensiones.

Los huevos de estas aves son los de mayor tamaño conocidos, superando incluso a los descubiertos hasta ahora de los dinosaurios más grandes. Algunos fragmentos muy grandes de huevo se han encontrado en el archipiélago canario. 
Se teorizó con la posibilidad de que se trataran de restos de huevo de Aepyornis maximus, pero parece más posible que se trate de huevos de aves también enormes pero voladoras y de hábitos marinos. La incógnita sigue en aire, lo seguro es que las aves elefantes fueron también víctima del hombre y desaparecieron en el siglo XVII.

Huevo de Ave elefante y de Avestruz.

La lista de animales extintos por consecuencia de la actividad del ser humano es triste y muy extensa. Dedicaremos espacio en el blog a tratar las especies más emblemáticas, y esperamos que el espíritu conservacionista preserve el patrimonio natural que hoy tenemos.







Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: es.prehistorico.wikia.com, blog.illustraciencia.cat.
Fotografías: zmescience.com.
Fuentes:
- Livezey,Bradley C. & Zusi, Richard L. (2007): Higher-order phylogeny of modern birds (Theropoda, Aves: Neornithes) based on comparative anatomy. II. Analysis and discussion. Zoological Journal of the Linnean Society.

- Douglas G. Sutton, ed. (1994). The Origins of the First New Zealanders. Auckland University Press.

-Davies, S. J. J. F. (2003). «Elephant birds (Aepyornithidae)». En Hutchins, Michael. Grzimek's animal life encyclopedia. 8 Birds I Tinamous and Ratites to Hoatzins (2ª edición). Detroit: Gale. pp. 103–104.