viernes, 29 de mayo de 2015

¿Huellas de dinosaurio en la ropa de los indios Hopi?

En las tierras secas de Arizona y Colorado una tribu de indios americanos, los Hopi, reclaman a los cielos el agua que haga prosperar sus cultivos. Llevan milenios realizando la "Danza de la serpiente", una ceremonia muy conocida que atrae a turistas y curiosos.

Los diferentes clanes llevan tocados realizados con plumas, pintan sus rostros y emperifollan sus cuerpos con colgares, brazaletes y pulseras. De toda esta indumentaria ritualística destacan sus faldas, en ellas podemos ver claramente huellas tridáctilas (de tres dedos) similares a las de los dinosaurios carnívoros. ¿Acaso los indios Hopi vieron dinosaurios vivos? La respuesta más lógica es: No, cerca de muchas de las localizaciones con asentamientos Hopi, hay importantes yacimientos de huellas de dinosaurios que pueden explicar la presencia de dichas huellas en sus prendas rituales, como los yacimientos de Tuba. Por su gran tamaño y por destacarse su presencia al mojarse el suelo, las huellas fueron de algún modo idolatradas por los indios.

A diferencia de muchos rituales realizados por otras culturas, la danza de la serpiente se lleva a cabo con total seriedad, manteniendo la magia de su ritual viva durante siglos.
El sentido de la danza de la serpiente es el mismo que el de otras "danzas de la lluvia", clamar a los cielos que llueva y su sentido se entiende mejor conociendo una de sus leyendas.

Cuentan los indios Hopi que un joven se dirigió en busca del lugar de donde provenía el agua de las lluvias. Su recorrido le llevó hasta el Gran Cañón y con una barcaza se adentró en las aguas del Río Colorado. Tras unos días la barcaza se detuvo en la orilla de un inmenso mar, allí vivía la gente Serpiente, llamados así porque iban vestidos con las pieles de dicho reptil.

El jefe del clan dijo al joven Hopi:  “aquí poseemos abundancia tanto de lluvia como de maíz, mientras que en tus tierras escasean, lleven estas plegarias en sus corazones; y estas son las canciones que cantarán , y estas son las alabanzas que elevarán; y cuando muestren el blanco y el negro en sus cuerpos la lluvia caerá sobre sus tierras “ .

La leyenda es más extensa, pero en resumen Tiyo, el indio Hopi, trasladó dichos cánticos a su pueblo y a todos los lugares a los que se vio obligado a viajar, enseñando la danza de la serpiente a otros clanes.

Falda Hopi con huellas de dinosaurio.
El relato acaba indicando que de la unión de las doncellas serpiente y de los dos hermanos hopi surgieron los ancestros directos del clan de la Serpiente, que hoy en día contemplamos en Arizona y Colorado.
Los Hopi no son el único pueblo aborigen americano que tiene una relacción con los dinosaurios en su cultura. Son sólo un ejemplo de como culturas pasadas interpretaron y dieron importancia a ciertos fósiles que encontraban en su entorno.



Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: Composición editada Germán Zanza.
Fotografías: www.commons.wikipedia.org, www.suggestkeyword.com.
Fuentes:
- Courland, Harold; The Fourth World of the Hopi: The Epic Story of the Hopi Indians as preserved in Their Legends and Traditions (University of New Mexico Press, 1987).
- McLeod, Roxie; Dreams and rumors: a history of "Book of the Hopi" Thesis (MA) (University of Colorado, 1994).
- Xabier pereda Suberbiola e Ignacio Díaz-Martínez. Universidad del Pais Vasco. "Los fósiles de los dinosaurios como Geomitos". (2011).

miércoles, 20 de mayo de 2015

El fenómeno de las "frutas encantadas" o "frutas fantasma".

El aguacate es una fruta de alto valor calórico, por lo que su consumo debe ser moderado, y como curiosidad la pita oculta en su interior es de gran tamaño. Hoy en día ningún animal puede consumir aguacates y dispersar sus semillas como ocurre con otros frutos y otros ecosistemas.

¿A qué se debe esto? ¿Tiene algún sentido?

El científico Paul Martin y Daniel Janzen, fueron los primeros en plantear una teoria al respecto. El ejemplo del aguacate no es el único, la chirimoya y la papaya, tienen similares características.

Estos científicos plantearon lo que se denominó "frutas fantasma", plantas que en un momento se adaptaron a un ecosistema y pese a los cambios mantuvieron los mismos patrones de conducta.


La extinción de algunos animales en la prehistoria, explicaría lo que ocurre en algunos bosques y selvas actuales. Es curioso que América se den este tipo de frutos habiéndose extinguido la megafauna al final de la última era glacial, hace 13.000 años.

Aguacate, chirimoya y papaya.

Tiene sentido que estas frutas de tamaño medio pero con una alta cantidad de grasa vegetal hubieran saciado a los enormes Megatherium, proporcionándoles los suficientes nutrientes.  Además estas enormes moles de más de cinco metros de altura y varias toneladas de peso, hubieran sido los perfectos dispersadores de semillas.

El Megatherium se extinguió hace 11.000 años aproximadamente. Eran mamiferos enormes cercanos a los perezosos actuales pero de un tamaño mucho mayor, más pesados y de hábitos terrestres. Los brazos fuertes le ayudaban quizás a inclinar algunas ramas y acceder a las hojas y a los frutos de los que se alimentaban. Las potentes mandíbulas y los músculos de su boca, estaban adaptados para el consumo continuo de vegetales y frutas.

El Gliptodonte, se aprovechaba quizás de las frutas caídas, y las consumía ocasionalmente. Este otro animal está más emparentado con los armadillos aunque tanto el Megatherium como el Gliptodonte son bestias que harían sombra a cualquiera de sus primos cercanos vivos hoy en día.

Izq. Gliptodonte y dcha. Megatherium.

El anacronismo así tendría sentido y con la ayuda de las culturas humanas que ocuparon América favoreciendo el cultivo del árbol del aguacate, esta planta sobrevivió a la extinción. El Megatherium y el Gliptodonte quedan atrás en el tiempo, sólo sus fósiles y los frutos que los alimentaron en el pleistoceno son testigos de su existencia. Ahora, al preparar una ensalada y añadir un aguacate, pensaremos en esas gigantescas criaturas que nos cedieron su legado.



Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.mundohistoria.org, (silueta perezoso y megatherium) composición de Germán Zanza.
Fotografías: www.frutas-los-cursos.com,
Fuentes:
- www.muyinteresante.es
- McKenna, M. C, and S. K. Bell. 1997. Classification of Mammals Above the Species Level. Columbia University Press, New York, 631 pp.

martes, 5 de mayo de 2015

La isla de las ratas gigantes.

La capibara actualmente es el roedor de mayor tamaño, sin embargo Josephoartigasia monesi, superaba con creces el tamaño de la capibara.

Habitó hace 3 millones de años en lo que hoy en día es Uruguay. Los datos extraidos del yacimiento indican que el hábitat era húmedo y de abundante vegetación, muy similar a los ambientes fluviales del Amazonas. 

Josephoartigasia comparado con humano y capibara.

Conocí este tipo de roedores en algunos artículos y documentales en los que se les presentaba como "ratas gigantes". No deja de ser un apelativo algo sensacionalista que trata de captar la atención de los curiosos, ya que la imagen que tenemos de una rata difiere de la de este tipo de roedores, más similares a las capibaras.

Como en este blog nos queremos alejar de los "sensacionalismos" gratuitos, os presentamos a la rata de mayor tamaño conocida. Los roedores de los que se ha hablado anteriormente son mucho mayores, pero cualquier gato se lo pensaría dos veces antes de merendarse a la Rata de Timor. 

Rata de Timor (izq), y rata común (dcha).
Nos dejó hace aproximadamente 2.000 años y como su nombre común indica, habitó la isla de Timor, en Indonesia. Se ha calculado un peso medio de 6 kilogramos en los ejemplares adultos, si tenemos en cuenta que un gato macho adulto tiene un peso medio de 5 kilogramos apreciaremos el tamaño asombroso de este tipo de rata.

Se ha documentado presencia humana en la isla de Timor desde hace 40.000 años. Los seres humanos y las "ratas gigantes" coexistieron perfectamente, gracias al desarrollo sostenible de los pobladores de la isla. Sin embargo  hace 1.000 o 2.000 años una tala indiscriminada alteró el ecosistema y pudo afectar a la Rata de Timor, provocando su extinción.

Los ecosistemas de Indonesia han favorecido por el clima y su geografía, la diversidad de roedores. Se clasifican nuevas especies fósiles con cada excavación, y nuevos descubrimientos surgirán sin duda alguna, aunque no se si se superará el record de la rata más grande de la historia.

Abajo dibujo que compara el tamaño de las ratas comunes con la rata de Timor junto a un niño.




Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: www.animalesprehistoricos.com, www.thinkstockphotos.es (editada por Germán Zanza)
Fuentes:
- Mones, A. 2007 Josephoartigasia, Nuevo nombre para Artigasia Francis & Mones, 1966 (Rodentia, Dinomyidae), non Artigasia Christie, 1934 (Nematoda, Thelastomatidae). Comun. Paleontol. Mus. Hist. Nat. Montevideo 36, 213–214.
- www.lavanguardia.com
- www.lavozdegalicia.es