miércoles, 26 de agosto de 2015

Smilodon: Especializado para matar.

El Smilodon es el felino prehistórico más popular, pero mucha gente no sabe que en realidad hay tres especies dentro del género Smilodon: 

Smilodon gracilis.
Es la especie más antigua de smilodon, vivió en Estados Unidos hace entre 2,5 millones de años y 300.000 años. Es la especie más pequeña, pesaba entre 50 y 100 kg.

Smilodon populator.
Vivió en América del sur hace un millón de años. Es la especie más grande de las tres conocidas, su peso se estima entre los 200 y 300 kg. 

Smilodon fatalis.
Surgió hace 1,6 millones de años en Norte América y de ahí emigró a Sudamérica. Pesaba entre 150 y 200 kg. Cientos de fósiles en perfecto estado de conservación han aparecido en el "Rancho La Brea" en california, es por tanto la especie más conocida de las tres y en la que nos vamos a centrar para hablar en el artículo.

El rasgo característico del Smilodon son sus grandes colmillos en forma de gran cuchillo curvo. Siempre ha suscitado un especial interés como los pudo utilizar y si realmente eran útiles para la caza. 
La biomecánica nos da las herramientas para medir la fuerza de sus mandíbulas, la apertura de su boca, la velocidad de sus patas y otros interesantes datos sobre este felino.

Sabemos por ejemplo que la apertura máxima de la mandíbula del Smilodon era de 120 grados. La Universidad de Salta, en Argentina realizó estudios sobre la fuerza de las mandibulas del Smilodon y obtuvo un dato de 365,202 Newton. En comparación, el jaguar tiene una fuerza mandibular de 681,56 Newton, mucho mayor que el Smilodon fatalis.

También se han obtenido interesantes resultados en la investigación de campo. En varios experimentos con cadáveres de bisontes se ha comprobado la eficacia del mordisco del Smilodon, teniendo en cuenta esos 365,202 Newton de fuerza. 

Al tratar de morder el vientre del bisonte, los científicos se percataron de que la mandíbula no tenía la apertura suficiente, y que el mordisco se realizaba únicamente con los incisivos arañando solamente la piel. De esa manera no se conseguía una mordedura profunda en la víctima. Morder las extremidades tampoco era factible, ya que una mordisco inestable en contacto con partes duras (el hueso) podría fracturar los colmillos del Smilodon.

De todas las pruebas realizadas, la que mejor resultado dio fue la obtenida al morder el cuello del bisonte. El arco mandibular se ajusta al cuello, secciona los vasos venosos, el esófago y la tráquea, y evita además las duras vértebras. 

El resto de pistas sobre su forma de caza las obtenemos al observar su cuerpo: tronco corto, patas largas (las delanteras mayores que las traseras) y cola corta. 
Estos valores se pueden medir y comparar con otros felinos, como los tigres y los guepardos, mucho más ágiles y veloces.

A) Smilodon fatalis, B) Tigre, C) Guepardo.

Obtenemos que la morfología del Smilodon es la opuesta a la del guepardo y está más adaptada para carreras largas a menor velocidad. Las patas traseras cortas aportan estavilidad al atacar, y las patas largas proporcionan fuerza para sujetar y derribar a la víctima. 

Pinchar para agrandar.
El guepardo por su parte es un felino de cuerpo largo, extremidades largas (traseras mayores que las delanteras), y cola larga. Todo el conjunto está adaptado para carreras de alta velocidad en cortos periodos de tiempo.

Es lógico pensar que los smilodon cazaban en grupo, rodeaban y desestabilizaban a la presa con sus potentes patas delanteras y remataban a la víctima mordiendo el cuello entre la 3ª y 4ª vértebra cervical. 

Sobre su extinción se especula muchísimo. Pero varios factores se pudieron combinar para producir dicha extinción. Por una parte el gran intercambio faunístico entre América del Norte y América de Sur, que transportó enfermedades desconocidas para los animales que se "cruzaron" por el camino. También coincide la desaparición del Smilodon, con la disminución de las especies herbívoras de la Megafauna, y además el ser humano estaba ya en el continente cuando los Dientes de Sable dejaron de existir. Pudieron reducir su población bien por la competencia por las mismas presas con los humanos, o por la matanza indiscriminada de los seres humanos. 

En cualquier caso ninguna de las pruebas es concluyente y ninguna excluye a las demás, por lo que un cúmulo de todas pudo dar el final desenlace para esta especie mítica de nuestro pasado prehistórico. 

Para finalizar fotografía del autor, con un esqueleto original de Smilodon fatalis.




Autor: Germán Zanza López.
Ilustraciones: Mauricio Antón, www.avph.com.br, www.theworldofanimals.proboards.com (imagen editada por Germán Zanza), www.carnivoraforum.com.
Fotografías: Germán Zanza.
Fuentes:
- Merriam J.C.; Stock C. (1932). The Felidae of Rancho La Brea. Washington (DC): Carnegie Institution of Washington (422, pàg. 273).
- Berta, A. (1987). «The sabercat Smilodon gracilis from Florida and a discussion of its relationships (Mammalia, Felidae, Smilodontini)». St Mus Biol Sci 31(1): 1-63.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Camellos, jorobas de altura.



La historia del camello comienza hace 40 millones de años durante el Eoceno en lo que hoy en día es América del Norte. Allí un animal parecido al guanaco actual evolucionó hasta nuestros días con diversidad de formas. Desde América del Norte pasaron a América del Sur, y por el Estrecho de Bering llegaron hasta Asia y África.

El mundo de los camellos gigantes no es muy conocido y es curioso, porque rozaron tamaños épicos que son difíciles de imaginar. Haremos un repaso por cuatro de esos animales gigantes que en el pasado poblaron la tierra.

Titanotylopus.
Vivió en América del Norte, como la mayoría de los camellos gigantes. Y dominó como éstos las planicies americanas.
Aparece en el registro fósil hace 10 millones de años en el Mioceno, y se extingue hace 300.000 años en el Pleistoceno.
Su altura rondaba los 3 metros de altura y no es de los camellos más grandes.


Gigantocamelus.
Vivió también en América del Norte. Su antigüedad es de 5 millones de años, correspondiente al periodo Plioceno y se extinguió hace 300.000 años durante el Pleistoceno.
Su altura rondaba los 3 metros de altura.


Camelus moreli.
Vivió en Siria durante el periodo Paleolítico hace 100.000 años. Sus fósiles son más excasos pero suficientes para estimaciones de tamaño, por lo que sabemos que se acercaba a los 4 metros de altura.




Megacamelus.
Vivió en América del Norte. Su antigüedad es de 10 millones de años, periodo Mioceno, y se extinguió hace 4 millones de años en el periodo Plioceno.
Era el mayor de los camellos gigantes conocidos con 4 metros de altura, algo más en algunos ejemplares.



Han pasado miles de años, y es curioso que Norte América haya quedado despoblado de camellos. Sus formas se han extendido por el globo, pero han dejado de existir en el punto en el que dieron origen a este curioso grupo de mamíferos. Nadie sabe las formas que nos deparará un grupo de animales tan peculiar.



Autor: Germán Zanza López.
Ilusraciones: www.snipview.com, www.forum.zoologist.ru, www.homero13.deviantart.com, www.es.dreamtimes.com.
Fuentes:
- www.muyinteresante.com
- www.elpais.com
- M. Mendoza, C. M. Janis, and P. Palmqvist. 2006. Estimating the body mass of extinct ungulates: a study on the use of multiple regression. Journal of Zoology 270(1):90-101.
-  Scientists find more 'Syrian Camel' bones - MSNBC Wire Services.
-  Barbour, E. H.; Schultz, C. B. (1939). «A new giant camel, Gigantocamelus fricki, gen. et sp. nov.». 

- Björn Kurtén and Elaine Anderson Pleistocene Mammals of North America (New York: Columbia University Press, 1980).