martes, 6 de octubre de 2015

Las piedras de Ica: Segunda parte.


LAS PRIMERAS PIEDRAS.
Es en 1960 cuando se comienza a hablar de las piedras de Ica, como refleja el arqueólogo Alejandro Pezzia Assereto en su libro "Ica y el Perú precolombino" escrito en 1968: 

“es interesante indicar que las referidas piedras grabadas o cantos rodados, vienen intrigando a los arqueólogos, al parecer por primera vez desde el año 1960. Los trabajos científicos realizados en Ica por Uhle, Tello, Kroeber, Strong, Rowe y muchos expertos nacionales y extranjeros, nunca lograron descubrir tan importantes testimonios"

El arqueólogo Herman Busse de la Guerra, también se posiciona al respecto en su libro “Introducción al Perú” (1966):
 
“La primera noticia de este arte en piedra la tuvieron los hermanos Soldi a finales de 1961, cuando algunos "curiosos", residentes en la parte Sur del valle de Ica, les mostraron ejemplares obtenidos en tumbas de la región."

Los primeros por tanto en tener piedras de Ica en sus manos fueron los hermanos Carlos Soldi y Pablo Soldi. Herman Busse de la Guerra describe las piezas en su libro:

"Carlos Soldi ha clasificado las piezas de su colección -todas ellas adquiridas a los huaqueros, sin otras referencias que las imprecisas de estos hombres rústicos-, obteniendo los siguientes resultados: 46 antropomorfas, 11 de pesca, 12 de lobos marinos, 18 de aves, 6 de langostas o camarones, 6 de serpientes y 4 de sapos. El resto son un grupo miscelaneo."
 
Piedras de la colección hermanos Soldi. Fuente: A. Veciana.

Ésta es la primera referencia escrita que describe las piedras de Ica. Cabe destacar que en ningún momento  representaciones peculiarmente extrañas que llamen la atención de los coleccionistas Soldi. Y también hay que destacar que las piezas proceden del comercio de los huaqueros (saqueadores de restos arquelógicos).


PIEDRAS EN LAS TUMBAS.
Hay tres excavaciones arqueológicas documentadas en los años 60 en las que aparecieron piedras de Ica, hacemos un repaso rápido sobre ellas.

1ª Piedra
Santiago Agurto Calvo, durante la excavación de una tumba de Paracas en 1966, descubrió una roca labrada de 7 cm de largo, 6 cm de ancho y 2 cm de grosor, la imagen representaba una flor o estrella estilizada. 

Alejandro Pezzia indica en su libro:

“las evidencias asociadas con la piedra corresponden al estilo Paracas-Cavernas de Ocucaje y su edad puede estimarse en 2.300 años”







2ª Piedra.
Alejandro Pezzia tuvo la fortuna de encontrar dos piedras en dos tumbas en el cementerio de San Evaristo de la Hacienda Toma de Luz, de la Región de Callango del Valle de Ica. Pezzia se refiere de esta manera al hallazgo:


 “el diseño representaba un pescado de cuerpo alargado, cabeza grande con la boca y ojos medianos. Ostenta una gran aleta dorsal, dos pequeñas ventrales y una bronquial. La cola es robusta y termina en una aleta caudal simétrica”.

Tamaño de la piedra: 6,5 cm de largo, 4,5 cm de ancho y 2 cm de grosor. La antigüedad estimada oscila entre 900 y 1.200 años D.C.





3ª Piedra.
En la segunda tumba correspondiente a las excavaciones de Pezzia, describe lo siguiente:


“Sobre la sección superior del cráneo ubicado al oeste (…) se halló en posición horizontal y derecha una piedra de andesita de color negro de forma elíptica y casi plana con 66 milímetros de diámetro mayor y 45 milímetros de diámetro menor con 16 milímetros de grosor aproximadamente, encontrándose grabada en una de sus caras en la técnica incisa con el diseño de una llama”.  

La antigüedad oscila entre 1.200 y 1.400 años.

Podemos concluir esta primera parte diciendo que en 1961 se habla por primera vez de piedras labradas con símbolos, y que hasta 1966 no hay referencias de grabados representando a dinosaurios, aparatos tecnológicos avanzados u operaciones quirúrgicas.


LA HISTORIA DEL DR. CABRERA.
En su libro “El mensaje de las piedras grabadas de Ica” (1976), el Doctor Javier Cabrera Darquea dice lo siguiente:

“entonces pude ver por primera vez una gran cantidad de estos grabados pétreos. Vi dibujos de aves, lagartos, arañas, serpientes, peces, camarones, sapos, tortugas, llamas”.

En el párrafo anterior el Dr. Cabrera, describe la colección del hermano de Félix Llosa Romero. Félix fue amigo de infancia de Cabrera y quien además le regaló la primera piedra grabada al cirujano. Podemos apreciar como la descripción del Dr. Cabrera no menciona dinosaurios ni nada parecido a operaciones quirúrgicas.  Aparecen sin embargo animales muy representados en las abundantes cerámicas precolombinas de la zona.

En 1966 Cabrera comienza la colección de las piedras de Ica. Usa su posición privilegiada como Presidente en la Casa de la Cultura de Ica para ubicar ahí dicha exposición. Cuando éste es cesado en 1968, la traslada a su domicilio, utilizando la planta baja de la casa como Museo, donde permanecen las piedras de Ica desde entonces.

Basilio Uchuya.
Eran dos los huaqueros principales que proporcionaban las piedras a Cabrera, por lo tanto no hay método científico, tampoco desvelan el yacimiento donde las consiguen.
Uno de esos huaqueros es Basilio Uchuya, otra es una mujer, Irma Gutierrez de Aparcama, ambos son los principales suministradores de gliptolitos (nombre con el que Cabrera se refiere a las piedras de Ica).

Cabe destacar que a partir de esta fecha (1966) es cuando Cabrera comienza a adquirir piedras sorprendentes con dinosaurios luchando con humanos, supuestas máquinas voladoras y curiosamente operaciones quirúrgicas, la disciplina que desarrollaba el doctor Cabrera. 

Irma Gutierrez. Fuente: A. Veciana.
Comienza a especular sobre un mensaje oculto en las piedras con millones de años de antigüedad dejado por una civilización perdida que convivió con los dinosaurios, que poseía conocimientos en medicina muy avanzados y tecnología imposible hace más de 65 millones de años.
El mensaje al que hace referencia es complejo y solamente él es capaz de interpretarlo. Sirva el siguiente texto como ejemplo de las interpretaciones de Cabrera:

Doctor Cabrera Darquea.
“una figura cuyo significado no es lo que ha simple vista representa la figura, sino algo que la trasciende; por ejemplo el dibujo de un ave es el símbolo de aparato de vuelo; la figura del alticamellus (camélido primitivo) es el símbolo de que el incremento calorífico del planeta solo permite la vida de animales resistentes a altas temperaturas; el dibujo de una pirámide es el símbolo de un complejo sistema tecnológico captador, acumulador y distribuidor de energía; la figura de la hoja puede significar energía biológica, conversión de energía fotónica en electrónica o también energía cognoscitiva (capacidad reflexiva del hombre)”.

No hay una base objetiva detrás de las suposiciones de Cabrera, y nada sirve para sustentar sus afirmaciones, todo es fruto de una visión particular e interesada.

En 1968, Cabrera posee la mayor de las colecciones de piedras de Ica, con 1.500 piezas. Recordemos que todas ellas proporcionadas por huaqueros que no revelan datos sobre el yacimiento. Y su colección llegará hasta las 11.000 piezas.


SOSPECHAS Y CONFESIONES.
Basilio Uchuya confesó en 1975 ante la Policía de Investigaciones del Perú y ante la prensa de su país, que todas las piedras que había sumistrado al Dr. Cabrera eran en realidad obras de artesanía que él mismo había realizado.
Hay que tener en cuenta que el comercio de objetos arqueológicos en Perú es un delito que se castiga con la cárcel y era a eso a lo que se arriesgaba Basilio dada su manifiesta actividad como huaquero.
B. Uchuya tallando una piedra.

Pasado un tiempo y escudado en que de lo contrario hubiera acabado en la cárcel, Basilio aclaró que se había visto obligado a mentir y que en realidad las piedras eran auténticas, aunque para entonces ni siquiera las autoridades del país se tomaban en serio el asunto y le permitieron continuar con el comercio de las piedras talladas.

Pero para desgracia de Basilio, Irma Gutierrez también confesó el fraude. 


ENLACE PRIMERA PARTE.

Autor: Germán Zanza López.
Fotografías: J.A. Caravaca, A. Veciana, Los divulgadores.
Fuentes:
Blog: caravaca.blogspot.com.es
Libro: La verdad sobre las piedras de Ica. Autores: Félix Arenas y Mª del Carmen Olázar.
Blog: losdivulgadores.com 
Agradecimientos:
Para la realización de esta segunda parte quiero dar las gracias especialmente a Jose Antonio Caravaca por toda la información prestada y por el importante e interesante material fotográfico que me ha cedido.

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